Mal comienzo.

Hoy me he levantado con ganas de ir a la playa y está nublado...
Bien, empezamos bien el día.
Me levanté a las 10:30, ya que a las 11:00 tenía que ir al gimnasio, pero no he ido, me duele demasiado...todo, bueno, las piernas no me duelen, pero los brazos y el abdomen si, al levantarme de la cama casi lloro. Así que me quedé en cama hasta...las 11:30, me levanté, casi lloro de nuevo y me fui a desayunar...mi madre me había hecho tostadas, pero no había mermelada...así que me las tomé con...con nada, me hice un cola-cao y mientras vi el SLQH de ayer.
Después me he puesto a tocar el piano, que llevo tiempo sin ponerme en serio, he estrenado las partituras del musical de Mamma Mia! que me regalaron por navidades y me cuesta, pero voy poquito a poco, ya lo echaba de menos.

Mi padre me ha dicho que para la presentación de un libro que ha hecho con un compañero suyo, podía hablar yo, y decir algo "con gracia". Lo estoy pensando, pero no se me ocurre nada, igual cuento el chiste de los indios en la canoa, que me contó una tortuguita feliz y saltarina. Pero no sé, no creo que lo entendieran.

Ayer envié un relato para un concurso de un periódico de aquí, La voz de Galicia, como estoy viendo que la entrada de hoy es muy cutre, la copio y la pego aquí, la pongo en negrita para que sepais el espacio que ocupa y no tengáis que leerlo.

20 DE JUNIO
Habían pasado unas semanas, pero él aún sentía reciente ese recuerdo.
Fueron unos meses muy duros, sin duda, los más duros de su vida.
No se podía creer que todo aquello hubiera terminado. Había sido lento, pero rápido a la vez.

Hace unas semanas aún estaba allí, encerrado en su casa, estudiando, sin levantar la cabeza del libro, con la esperanza de que entrara en el examen la parte que mejor se sabía, con una única motivación: el 20 de junio.
Llevaba haciendo una cuenta atrás desde hacía mucho tiempo, cuando aún quedaban meses para terminar, pues se le hacía más llevadero ir contando los días que faltaban. La casa la tenía llena de calendarios, en los libros de clase también se había dibujado uno en el que iba tachando los días, como un preso en la cárcel. En la mesa de clase había dibujado otro con lápiz, que había tenido que volver a dibujar porque algún profesor le había mandado borrarlo y porque algún gracioso se había pasado por su mesa para emborronárselo.
El 20 de junio significaba muchas cosas, no era solo una fecha, era mucho más. Desde hace meses, tenía programado con sus padres un viaje a Madrid, para ir a ver a unos amigos muy importantes para él.

Todo eso, fue lo que le motivó a estudiar. A pesar de que tenía tres exámenes en un mismo día, a pesar de no tener tiempo material para estudiar con antelación… Llegó a un punto en el que solo quería hacer un examen y pasar al siguiente. No entendía la forma de organizar que tenían, todos los exámenes concentrados en las dos últimas semanas: trece en diez días.
Fue pasando el tiempo y llegó el esperadísimo 20 de junio, hizo el último examen y… no se lo creía, todavía no había asimilado que ya se había terminado todo, que en ese momento empezaba lo bueno, lo que llevaba esperando desde hace meses, que ese mismo día ya se iba a Madrid y que volvería para seguir disfrutando el verano con sus amigos.
Sin duda, valió la pena el esfuerzo.


Hoy iré a Coruña, sin rumbo fijo, con unos amigos. Iríamos al Starbucks pero...no hay.
Cantaré por la calle, pero ellos no se suman, si canto yo sola...mola menos.
Pero ya haremos una quedada para cantar por Gran Vía, no?

bueno... estaba practicando en medio del salón con los bastones del diablo(los palitos para Bea y para mi. Un beso muy grande para ella!) y he tirado un marco con fotos...voy a ver si no es muy grave, ya os contaré.

Os quiero.
Un beso enoooooooooooorme!
Os dejo con un fragmento del "Salvados por la tele", empieza a partir del minuto 5:07 más o menos, vale la pena, yo cada vez que lo veo me entra la risa floja, por dios, si estás leyendo esto y eres la chica de los pendientes de aro, camiseta morada y chaqueta negra del vídeo, manifiéstate.