Le temblaban las manos. Le sudaban. Qué coño, no las sentía. Al igual que las piernas, hacía tiempo que no se acordaba de ellas. Se agarraba con fuerza al reposabrazos del asiento. Una mano a cada lado. Como si eso la fuera a salvar. Como si eso fuera la solución. El botón de OFF. Ojos cerrrados con fuerza, entreabriéndose de vez en cuando para mirar por la ventanilla. Miedo. Sudores fríos.
Y entonces, despegó el avión.
3 comentarios:
Jeje. Espero que te lo hayas pasado muy bien y que cuando llegaras, te acoradaras de que no hay cereales xD.
Unbesazo.
Siko.
No sabía que te diera miedito volar!
Espero que lo hayas pasado genial por esas tierras!
Un besazo, guapa!
Va, otro dia xD pero hazlo, ehhh
Aunque sea un poco
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